viernes, 18 de diciembre de 2015

César Cueto Villa, “El Poeta de la Zurda”


Recordando a uno de nuestros grandes valores del fútbol peruano

Por. Alfonso Castillo

Quienes pasamos los 40 o 50 años, todavía recordaremos con nostalgia las grandes hazañas logradas por nuestro seleccionado patrio en las décadas de los 70 y 80, que grandes jugadores de antaño, solía escuchar en sus tertulias deportivas a nuestros mayores que todavía algunos quedan con vida y otros ya partieron al más allá.

Lo que vamos recordar a uno de esos grandes futbolistas de esas épocas gloriosas de nuestro fútbol peruano es: César Cueto Villa “El Poeta de la Zurda”.

Aparece con la selección juvenil en 1971, frente a la Argentina, donde la prensa deportiva de ese país, lo bautizan como “El Poeta de la Zurda”, por sus largos pases de 30 metros, tiros al vacío buscando al compañero libre de marcas, empezaba a perfilarse como uno de los mejores centrocampistas del fútbol mundial. En la Copa América de 1975, es uno de los suplentes de lujo con las sedas de la selección peruana, donde Perú logra coronarse como Campeón de la “Copa América 75”, definiendo el final con Colombia en un partido extra.
Cueto junto a Diego Armando Maradona

Ya para las clasificatorias de Argentina 78, César Cueto “El Poeta de la Zurda”, brillaba con luz propia, ese “8” de Perú…era genial, demostrando todo su esplendor futbolístico. Con un fútbol exquisito, un dominio de bola dentro de la cancha apretada, con 4 o 5 jugadores alrededor de él, marcándolos al centímetro, es quizá la que más le gustaba, porque veíamos desde las tribunas, de cómo se divertía con sus marcadores. Huashitas, ahora conocidos como los tremendos túneles a sus rivales, es la que nos llenaba de alegría y nuestras retinas, se curaban de todo tipo de enfermedades oculares, para disfrutar del buen fútbol.

Acostumbrado a jugar para el público (el juego bonito), hizo que clasificáramos a Argentina 78 y España 82, desde entonces…hasta la fecha, no hemos vuelto a clasificar a otro mundial.

Quisiera explayarme en comentarles los dotes futbolísticos de “El Poeta de la Zurda”, pero…debemos de centrarnos en el espacio que nos dan para hacer esta crónica, que se va perdiendo poco a poco en el camino del olvido, por la forma de cómo ahora se manejan al futbolista de esta época.

Mucho marketing, mucha imagen, mucha publicidad y esto…vende. Así nació Diego Armando Maradona, el 10 de Argentina, después del 78. Mucha cobertura periodística, mucha publicidad. Nadie niega su genialidad, nadie niega su capacidad futbolística, pero…a nuestro ídolo peruano, nadie le dio esa cobertura que se mereció.
Con la selección peruana, nos regaló muchos conciertos al lado de otros ídolos como Teófilo “El Nene” Cubillas, “El Capitán de América” Chumpitaz, “El Patrón” Velásquez, “El Ciego” Oblitas, “Patrulla” Barbadillo, entre otros, quienes nos llenaron de glorias en el circuito mundial futbolera.

Luego partía a dictar su cátedra de fútbol al país cafetalero (Colombia), en la década de los 80, donde permitió formar grandes ídolos como el “Pibe” Valderrama, entre otros, quienes al momento de recordarlos con nostalgia, esto es lo que manifiestan.

El “Pibe” Valderrama, uno de los mejores futbolista colombiano manifestó. “mis halagos a Cueto, vino a Colombia a enseñarnos el fútbol exquisito”.

César Cueto, “Pasa el tiempo como Dios quiso y uno dice qué bonito será retroceder, haberme quedado por acá más tiempo. Jugué disfrutando cada día y si eso sirvió para que mucha gente me recuerde ahora, yo soy súper feliz”.

César Cueto, como otros ídolos de antaño, nos traen recuerdos de gloria que esperamos reediten los actuales seleccionados. Mucho marketing con ellos, mucha publicidad, mucho dinero tras ellos, pero…los resultados, deja mucho que desear.


Busquemos la gloria con los nuevos valores, hay muchos jóvenes en el interior del país, busquemos a los rendidores, a los genios que no tienen mucha pantalla, que tienen mucha hambre de gloria, el Perú, necesita levantar su autoestima futbolera, dice que tenemos futbolistas de buen nivel. Hay que demostrarlo.


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